
El sector del metal de Navarra vive una «calma tensa» ante la subida de los aranceles de Estados Unidos.
junio, 2025
Las asociaciones sectoriales ANEM y APMEN, así como empresas del metal dan su opinión a Diario de Navarra ante la situación arancelaria actual.
Suplemento Industria Navarra de DIARIO DE NAVARRA
DOMINGO, 8 DE JUNIO DE 2025
Maria Luz Vicondoa
El grado de preocupación en las empresas del metal depende del sector al que pertenecen: renovables, automoción, construcción…También, lógicamente, dependerá de si la empresa exporta a EE UU y de si su producto se fabrica o no en el país americano. Además, los vaivenes de los anuncios de Trump sobre aranceles hace que las empresas mantengan una actitud de “calma tensa” a la vez que de incertidumbre. Así lo resume José Manuel Ayesa Villar, secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios del Metal (ANEM), que agrupa a las principales 37 empresas navarras del metal que suman 15.000 trabajadores. “Un día Trump anuncia una medida y otro día da marcha atrás… No sabemos cómo va a evolucionar y hay que esperar a ver cómo se resuelve. Vivimos una situación de espera”, añadió. En su opinión, en la fabricación de automóviles (Volkswagen) no se detecta inquietud al no exportar a EE UU, aunque sí que existe en la fabricación de componentes porque van destinados a marcas que sí venden en ese país.
También hay preocupación en la empresas dedicadas a productos que también fabrican en EE UU porque se va a favorecer la producción local. “También en las empresas de capital americano porque puede que quieran reducir la producción de otros países”, explicó Ayesa. “En cambio, hay un sector específico, que es el de maquinaria de construcción, que al no tener competencia en EE UU por no tener fabricantes no les va a interesar establecer aranceles porque van a tener que seguir importando”, añadió.
Aunque la repercusión de los aranceles puede ser heterogénea entre los fabricantes, sí que preocupa el impacto que pueden tener en la economía en general. “Si se producen pérdidas en el mercado, en el empleo, en el consumo… la economía se resentirá”, añadió Ayesa.
En línea parecida se manifestaron desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas del Metal de Navarra (APMEN), que representa a las pymes del metal navarro y está compuesta por 150 empresas del sector que suman unos 8.000 empleos en Navarra. “El sector del metal sigue la evolución de la situación con atención, aunque sin alarma, dado que el impacto directo de las medidas anunciadas se considera, por ahora, limitado”, explicó Patricia López Equiza, directora de Innovación y Proyectos de la asociación. Añadió que, sin embargo, no se descarta, en línea de lo defendido por la patronal CONFEMETAL, a la que pertenece APMEN, un posible efecto indirecto derivado de las restricciones al comercio global. “Estas medidas pueden influir en las cadenas de valor, generando inflación y ralentización en el ritmo del crecimiento económico”.
Añadió que la actividad más expuesta puede ser la vinculada a los componentes de automoción. “Aunque EE UU no es el principal mercado para Navarra, muchos de estos productos se exportan a países como Alemania o Francia, que, a su vez, reexportan a EE UU. De ahí la inquietud por un posible impacto en cadena”, señaló.
Una de las opciones ante esta situación es la búsqueda de nuevos destinos o la implantación en EE UU. Es el caso de MTorres, fabricante de máquinas y sistemas de ensamblaje para el sector del papel y aeroespacial. Después de vender en la pandemia la parte fabril que mantenía en EE UU desde 2005, ha decidido volver a estar presente con producción propia, que se añadirá a la actividad comercial y de servicios que sí mantiene. Su vicepresidenta, Yolanda Torres, señaló recientemente que están preparando ya la maquinaria para su instalación en EE UU.
Para iSiMar, fabricante de mobiliario de exterior, EE UU es primer o segundo destino de sus productos, que están presentes en grades cadenas hoteleras como Hilton, Marriot e IHG. De una facturación de 8 millones de euros exporta el 22% a ese país, donde mantiene una filial comerciailzadora e importadora. “Esto nos salva un poco. Pero nos afecta mucho porque nos aplican el 25% del metal (solo a lo que llevamos de metal) y el 10% por producto europeo. La cuestión es: ¿Quién paga el arancel? Hasta el momento, en el mes que llevamos aplicándolos, hemos decidido pagarlo a medias entre el importador y el exportador”, explica Luis Unceta, su director general.
En esta línea se manifiesta Yolanda Falcón, directora general de Falcón Electrónica, empresa dedicada al diseño y fabricación de equipos electrónicos. “Exportamos directa e indirectamente. Los grandes proyectos se han paralizado y no solo los de los clientes españoles, también los de otros países cuyos productos se envían a EE UU y a quienes nosotros les vendemos las tarjetas. En muchos casos, dentro de EE UU no hay empresas que fabriquen esos mismos productos porque están hechos a medida. Por eso, o llegan a EE UU con un margen extra para cubrir los intereses de Trump o nuestros clientes no lo venderán”, explicó la empresaria. Por eso, considera Falcón que al final a quien le va a salir más caro el producto es a los estadounidenses por no tener producto alternativo
Síguenos en redes